martes, 1 de septiembre de 2015

TEORÍAS DE LA ÉTICA

Una teoría ética es una teoría filosófica que intenta fundamentar la moral, es decir, justificar su validez y legitimidad. Como toda moral consiste en una serie de preceptos o normas (“busca el término medio”, “haz lo que beneficie a la mayoría”) y una serie de valores (templanza, utilidad, felicidad…), la teoría ética deberá justificar precisamente estas normas y valores.

EUDEMONISMO


Aristoteles fue el creador y representante mas significativo del eudemonismo, para el esta teoría se basa en la "felicidad", en donde esta puede obtenerse siempre y cuando los seres humanos usen o apliquen todas las capacidades que se les han concedido en los diferentes ámbitos de la vida.



HEDONISMO

Esta teoría aparece gracias al filosofo griego Epicuro y continuada por el romana Lucrecio, en donde para ellos la máxima moral se logra mediante el placer y el rechazo del dolor, pero es importante que el placer no solo es categorizado en lo sexual, sino tambien en el desarrollo de los caracteres de la amistad, la inteligencia y la realización del hombre.


UTILITARISMO

El utilitarismo es una teoría ética muy cercana al eudemonismo y al hedonismo. Como éstos, defiende que la finalidad humana es la felicidad o placer. Por ello, para los utilitaristas, las acciones normas deben ser juzgadas de acuerdo al principio de la utilidad o de máxima felicidad:
“Las acciones son buenas en cuanto tienden a promover la felicidad, malas en cuanto tienden a producir lo opuesto a la felicidad. Por felicidad se entiende el placer y la ausencia de dolor; por infelicidad, dolor y privación de placer” (Mill, J.S., Utilitarismo). Así pues, el utilitarismo, como el hedonismo y el eudemonismo, constituye una teoría ética teológica, pues valora las acciones como medios para alcanzar un fin (felicidad o placer) y según las consecuencias que se desprenden de ellas. Una acción es buena cuando sus consecuencias son útiles (nos acercan a la felicidad) y es mala cuando sus consecuencias no lo son (nos alejan de ella).


LAS GRANDES Y PEQUEÑAS DIFERENCIAS ENTRE ÉTICA Y MORAL

Es importante para los seres humanos poder determinar las diferencias existentes entre Ética y Moral, ya que continuamente llegamos a confundirlas. Sin embargo es importante conocer que ambas estas relacionadas, de hecho personalmente considero que para que una pueda darse es implícitamente necesario que la otra sea aplicada, de lo contrario se caería en un juego absurdo que conlleva a actuares hipócritas. 

 MORAL???? 
La palabra moral (moralis, en latín) deriva de la palabra mos, que significa "costumbre" en esta misma lengua. En cada pueblo, al igual que en cada individuo, existen multitud de costumbres (mores) que regulan la visa cotidiana. Por ejemplo: el deber de respetar a los mayOres, la prohibición de apropiarse de lo que pertenece a los demás o la condición de cumplir las promesas. El conjunto de esas "mores", costumbres, constituyen la moral de un pueblo o de un sujeto. En relación coN este significado etimológico, podemos definir el término moral de la siguiente manera: La moral es el código de normas que regulan la acción individual y colectiva que se considera correcta. Sin embargo, es preciso matizar esta definición, distinguiendo dos formas de entender eso que llamamos moral. En este sentido, Aranguren y Zubiri, dos prestigiosos filósofos españoles, han hecho popular la distinción entre moral como contenido y moral como estructura-

ÉTICA???? 

El término moral procede de un término latino que significa “costumbre”, el término ética deriva de ethos, que en griego significaba carácter. Por tanto, es evidente la relación entre los dos conceptos. Si recordamos lo que dijimos acerca de las acciones, los hábitos y el carácter sabremos que los hábitos o costumbres que tenemos determinan nuestro carácter o personalidad, y que éste, a su vez, acaba por condicionar nuestras acciones concretas. Quién tiene por costumbre o hábito actuar de forma responsable termina por tener un carácter o personalidad juiciosa. Este carácter, a su vez, hace más probables en esa persona las acciones juiciosas que las insensatas. Así, pues, entre la costumbre y el carácter (base de nuestro talante moral) existe una estrecha relación. Vemos que, al menos etimológicamente, existe un parentesco entre moral y ética: la costumbre (moral) determina nuestro carácter (ética), y este condiciona nuestras acciones.